Tarde y breve llega el recuento de quehaceres y desdichas de este año que hace tan solo unas horas terminó.
Comencé el mismo cancelando la salida de una obra que ahora, a su final, por fin es realidad: "
Cuaderno de Tormentas", con cambio de editorial, que no de editor, incluido.
Y otra para el saco: "
Romeo y Julieta", la adaptación de Shakespeare.
Cierro este 2008 con mi primer largometraje estrenado, con el segundo en marcha, con una nominación al Goya y con un país nuevo en mi libro de visitas: México.
Dejo atrás un año lleno de faltas de tiempo, de ausencias prolongadas, de no poder ver, abrazar y sentir cerca a muchos de los que quiero, pero siempre, en todo momento, arropado por los que me quieren y conocen.
Digo adiós a un año que me privó de mis dos abuelos; Delia y Manuel, que tanto quería y que tan poco tiempo les regalé.
Y, para terminar, agito mi pañuelo para despedirme de un año que me confirmó desde sus inicios que la
BD gallega cada día que pasa hace que me sienta más marciano y distante.
A esto último, y a alguna que otra cosa más que se me escapa, va dedicada esta hermosa
canción.
Bienvenido, 2009, a ver como te portas.