Guardado a fuego en la maleta del recuerdo

Fue emocionante, también jugaba en casa, pero la presentación del pasado sábado en Ourense tardaré en olvidarla durante bastante tiempo.

Reencontrarte con los amigos, con gente que hace siglos que no ves, extrañar a los que por una causa u otra no pudieron acudir, conocer a personas de mi ciudad que de no haber escrito y dibujado nunca este libro jamás hubiera conocido...

Jaime Mateo, el DJ, realizó una sesión de las que te entran por el oido y se te agarran al corazón, consiguiendo entretener a la gente y lo que es más dificil aún; hacer que un tipo garabateando libros subido a un escenario hasta pareciera algo digno de ver.

Las sonrisas y la lágrimas brotaban a nada que te descuidaras y el licorcafé hacia de pegamento para unir a toda la fauna humana que se congregó en el café Auriense.

Terminé borracho como un caldero, de licores y emoción, empapado de nervios, ya que en lo último que piensas cuando escribes y dibujas es en que algún dia te tocará hablar sobre ello delante de gente, y es algo que por muchos eventos que se acumulen a las espaldas uno nunca termina de cojerle el truco, de sentirse seguro, soy dibujante, no orador, pero de ahí tambien sale esa mágia que hace que cada presentación sea diferente a la anterior, no solo por el lugar o la gente que acuda a ella, sino por como tengas los ánimos y las tripas ese dia.

Para muestra de esto último lo que un bellaco amigo mio llamado Martinho me evió ayer por la noche por mail: un link al youtube en donde podeis ver un pequeño fragmento de lo que fué esta presentación del pasado sábado y del saco de nervios que yo soy -¡manía que tengo de nunca preparar los discursos y tirar sobre la marcha!-

pinchad AQUÍ y ya estais dentro.

Gracias a todos los que acudisteis, a los que queriais y no pudisteis, y a los que os importaba un pimiento también.
Feliz comienzo de semana, o a intentarlo al menos!