(ACTUALIZADO)
Es la sensación que me invadió cuando el pasado sábado me acerqué hasta Compostela para ver la exposición esa de los 35 años de BD gallega.
A medio gas se queda la exposición, para mi gusto, según avanzas por los pasillos que acogen los originales. Comienza muy bien; toda su parte inicial es muy interesante a nivel histórico-documental, sobre todo el poder ver los dos paneles de ciego de Isaac Díaz Pardo; maravillosos.
La parte central (años 80-90) sigue la tónica documentada del arranque de la exposición, si bien, para mi gusto, carece del interés, al menos en su mayor parte, de la primera, en lo que a calidad de las obras se refiere -sobre todo la etapa de los 90-, pero de todos modos no es exclusivamente la calidad lo que debe importar, a priori, en una exposición
de carácter histórico, sino que esté bien nutrida y
sea un fiel reflejo de los autores y obras que comprende cada época, y en ese sentido, esta parte central de la exposición cumple también con su objetivo.
Es en la recta final donde la cosa pierde gas, justamente en la etapa que comprende a la generación actual de autores y sus obras, habiendo grandes e incomprensibles bajas u olvidos.
Uno no puede entender como gente que está publicando a nivel estatal con gran reconocimiento como Brais Rodriguez, Alberto Guitián, Miguel Porto, Kike Benlloch, Jano, Santy Gutierrez, Diego Blanco, Marcos Calo, etc...o gente que lleva años sudando la camiseta aquí en Galícia publicando en infinidad de fanzines y revistas como Hugo y Sergio Covelo, Álvaro López... o incluso se hace notoria la falta del ganador del 2ºpremio Castelao; Antonio Seijas, con obra editada en Galícia y España, entre otros...
Es esa parte final la que cojea y desmerece el conjunto, acrecentando esas carencias con el escaso espacio, en comparación con el resto de las épocas representadas en la muestra, cosa inexplicable justamente cuando está época presente es la más floreciente y dotada en número de autores, obras, calidad y repercusión de toda la historia de la BD gallega, de hecho dudo que esta exposición, o la Mesa de la BD o tantas otras cosas fueran hoy realidad sin la repercusión que han conseguido de cara al medio una serie de autores y obras de este momento presente .
Otra cosa que también me ha dejado bastante despistado y que hace que se acreciente, al menos para mi, la sensación de cojera de la exposición es justamente su guinda final, la dedicada a "los que cruzaron fronteras con su obra", por más que lo pienso no logro entender a que tipo de criterio obedece la inclusión o exclusión de autores dentro de ese apartado final, en teoría aparecen reflejados en ella autores que han publicado fuera de Galicia, ya sea su radio de acción Europa, EE.UU o el propio estado español, por ello no entiendo que en ese apartado no esté reflejada la obra de Alberto Vázquez, Guitián, Robledo, Marcos Calo o el que firma estas líneas con su puño y letra, por poner unos cuantos ejemplos, cuando llevamos publicando, desde hace años, tanto a nivel estatal como internacional.
También otra carencia, a mi entender grave, es la falta de obras editadas en la exposición; faltan muchos títulos en los expositores, y en la sala de lectura acondicionada dentro del espacio la verdad es que son más bien pocos los títulos en ella representados, habiendo tantos como hay, y contando con el dinero que se ha contado para montar esta exposición.
Pero bueno, es lo que hay...
Concluyendo; una estupenda iniciativa, no llevada a cabo con la eficiencia adecuada, pero, al fin y al cabo, necesaria e interesante, aunque pese a ello;
la exposición definitiva -y equitativa- sobre cómic gallego aún está por llegar.
ACTUALIZACIÓN: Acabo de notificarle a los comisarios de la exposición que por favor retiren, cuanto antes, los dos originales que tengo expuestos en ella y me sean devueltos.
El motivo; unas declaraciones de los propios comisarios en un texto introductorio del catálogo con las que no comulgo y no quiero que se relacione ni a mi persona ni a mi obra con las mismas y, principalmente, el motivo de mi enfado y consecuente petición de exclusión de la muestra; la inclusión en dicho catálogo de unas columnas en donde se hace un -no sé muy bien a cuento de qué- análisis comparativo de tres publicaciones gallegas (Barsowia, BDBanda y Golfiño) en donde poco menos que se insulta a Barsowia, y de todo ello saco una conclusión clara; dichas columnas están incluidas en el catálogo para ejercer una malintencionada y por supuesto subjetiva comparativa en donde poder remarcar a "Golfiño" como "lo mejor de lo mejor" en detrimento de las otras dos publicaciones reseñadas en dicha página.
Cabe recordar que el director artístico de la revista Golfiño es Fausto Isorna, casualidades de la vida; comisario de esta exposición, y presumo que quien lo escribe es su pareja, Gemma Sesar, la otra comisaria de la expo...vaya!!
Si, señoras y señores, vivimos en un país de pandereta.
Las susodichas columnitas, aquí: